-Soy
de cabello rizado pero eso no me luce.
-Yo también lo tenía así como tú.
-Yo
no sabía cómo peinarme y es más práctico liso.
-A
mí me lo dañaron alisándomelo desde pequeña.
Son
algunas de las expresiones que personalmente he oído y siempre he creído
que los gustos son de respeto, pero…
¿Por
qué nos encontramos con tantas expresiones que en el trasfondo de sí misma
contienen un mensaje que no acepta precisamente la naturaleza y la belleza de
la diversidad?
Es
algo que no me pueden refutar, yo nací con mis rizos y es evidente. ¿Por qué tendríamos
que estar aclarándole esto a los que se burlan, les moletas y lo quieren hacer desaparecer,
si saben que es natural? Por
algo nos hemos unido en suéltate los rizos, más que para quienes desde otro
punto de vista califican con peyorativos el cabello rizo-afro, es para las
mismas personas que teniéndolo no se han dado la oportunidad de aceptarse o
aceptar que otros si lo lucen así, al natural. Por eso mi mensaje de hoy es… “seguimos promoviendo la identidad” y cada uno de los que hace parte de nuestra comunidad o de
muchas otras que hay en el mundo tiene una razón, una experiencia, un gran
motivo que los mueve. Empoderarnos y defender todo lo que somos.
No
quiero dejar de ver rizos por falta de conocimiento en los padres que a temprana
edad no le permiten a sus hijos elegir, cuidar y aprender sobre su cabello y la
formación de su personalidad a través de sus características particulares, o por
intolerancia de todo el que dice “pero a mí no me parece que se te vea bien”, “definitivamente
te ves mejor es con el pelo liso”, “eres lindo(a), lastima el cabello”, etc. El
problema no es esa gente (aunque luchamos por mejorar esa percepción), el
problema vendríamos a ser quienes tenemos el cabello rizado y de alguna forma
lo cambiamos por complacer a otros y porque nos hemos creído el cuento que todo
el mundo es de cabello liso.
EN
ESTE PLANETA, NO TODOS TENEMOS EL CABELLO LISO Y NO TENEMOS POR QUÉ CAMBIARLO
SI NO LO QUEREMOS.
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