Una de las
cosas que sucede con los rizos es que el cabello se encoje, se encojen y se encoje. Pero podemos observar el
progreso de la transición con la cantidad de cabello, su abundancia, mejora de
la textura y por supuesto medirlo cuando lo mojamos. La idea tampoco es obsesionarse, sino hacer
nuestra parte y dejarlo ser libre.
De manera
personal creo que las siguientes convicciones me han ayudado a tener un poco de
paciencia.
- Cuando me lavo el cabello tomo un tiempo para masajear mi cuero cabelludo y pensar en cosas buenas, es algo así como una conversación conmigo misma o con mi cabello. Suena cursi pero lo fundamental es pensar en que sí vas a estar mejor, en que te vas a sentir cómoda y saludable. Esto lo digo porque sé que el mayor deseo de quienes queremos volver a los rizos es que cambie y se mejore rápido, incluso llega a dar un poco de rabia o desespero.
Hay quienes hablan con las plantas, yo le hablo a mi pelo. (No soy loca, lo juro
jajajajaja).
- Mirar la mejoría por medio de registro fotográfico, poder llevar un seguimiento (no tan estricto) pero si poder automotivarnos observando esos pequeños detalles y cambios que puedes percibir mejor con las fotos.
Sin rizos |
¿Medio rizos, medio liso? |
Cortando cabello dañado |
- Creer de
verdad que mi cabello es hermoso, creo que esto es lo más importante de todo,
aprender a sentirme cómoda, ver lo bueno, lo versátil, lo único, lo diferente
de mi cabello. ¿De quién lo heredé? ¿Por qué eso debe ser importante para mí? ¿Qué
significa sentirme orgullosa de eso? ¿Qué le aporta esto a mi vida o a mis
relaciones? (En mi caso todo esto me ha servido para conocer y compartir con nuevas personas, cosas que jamás imaginé). Esta parte es la que nos ayuda a no estar
dudando o sintiéndonos
"feas"porque todavía no tenemos el cabello como queremos. Recordar que toda espera y sacrificio tiene una recompensa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario